Transcripción de la video-entrevista con Franco Berardi

Transformemos la catástrofe en la subversión!
Entrevista con Franco Berardi “Bifo”

¿Cómo explicas tu posición teórica y activista en relación a lo político y epistemológico?

Ante todo puedo decir que me ocupo de movimientos desde hace 45 años. Entonces, es una cosa que hace parte de mi experiencia existencial, antes que intelectual o política. Desde el punto de vista teórico, mi formación se ha desarrollado a partir de los años 60, con el Potere Operaio, al interior de una área intelectual que podría llamarse operaista, si bien la palabra no me gusta mucho, el operaismo pone en el centro de la reflexión teórica y de la acción, el problema de la recomposición social. La recomposición significa algo como el cambio continuo, la mutación de las moléculas culturales, sociales y existenciales, que tal vez, producen un efecto de autonomía de la vida cotidiana en relación al capital, al dominio del capital. En mi posición teórica, el problema crucial es siempre de crear condiciones de máxima comunicación al interior del cuerpo social, y lo que me ha parecido peligroso y negativo, deprimente para la vida colectiva en las ultimas décadas, ha sido el efecto de descomposición, de aislamiento, de soledad, que la precarización y las nuevas tecnologías de comunicación han producido al interior del cuerpo social. Entonces, a partir de una posición que valoriza el tema y la práctica de la recomposición, he llegado hoy a participar en este movimiento como una posibilidad de superar la condición descompuesta, y desagregada de la vida cotidiana de la sociedad.

¿Qué constituye hoy lo común que nos permite pensar y actuar juntxs?¿Qué quiere decir una revolución sin sujeto, de proliferación de singularidades, de identidades post-identitarias? ¿Por qué hablas del cognitariado, cómo defines este concepto en relación al capitalismo y resistencia?

La noción del sujeto viene de una tradición esencialmente idealista, que tiene su enfoque en la idea de una pertenencia de la vida social a una subjetividad histórica, que no reconoce, que pliega, que domina la proliferación de derivas existenciales singulares. El concepto de sujeto es un concepto ambiguo desde el punto de vista de autonomía, así que algunos autores como Félix Guattari proponen hablar de subjetivación, – de proceso de producción del sujeto y no del sujeto ya existente. El concepto de singularidad es mucho más cercano a una teoría de la autonomía, porque la singularidad es la dimensión existencial, que puede abrirse o no, a otras derivas existenciales en la dimensión social, y entonces, se adapta más al interpretar la condición actual del trabajo precario en su devenir político, en su devenir cultural. La precariedad es una dimensión nueva de la existencia y del trabajo. Es una condición nueva en la cual los trabajadores viven una dimensión de aislamiento y también de competencia reciproca, pero en cada singularidad hay la posibilidad de poner en acto, de actuar, de realizar un proceso de recomposición que no tiene que ser identitario. ¿Qué significa la identidad? La palabra “identidad” se refiere a una pertenencia, a un pertenecer a un sujeto ya formado, a un sujeto que puede ser un sujeto cultural, racial, nacional, o también económico, pero un sujeto que se superpone a la realidad vivida de la existencia singular. La palabra “cognitariado” ha sido y es un intento de problematizar el proceso de autonomización de la singularidades precarias. ¿Qué es el cognitariado? Es el trabajo cognitivo en cuanto va buscando su corporeidad colectiva. No es una identidad. Hablar de clase cognitaria puede ser un poco impreciso, el mismo concepto de clase tendría que ser redefinido en relación a la noción marxista de clase obrera. Pero no me interesa aquí llegar a una precisión conceptual a este nivel. Lo que me interesa es decir que el cogintariado significa el trabajo del cerebro colectivo, separado del cuerpo colectivo que va buscando su cuerpo colectivo. Entonces, en el concepto del cognitariado hay lo cognitivo y hay el proletariado. Hay una búsqueda de una dimensión corporal, social y hasta erótica de las derivas existenciales de los trabajadores cognitivos. Yo creo que el proceso de movimiento que estamos viviendo en estos días es ante todo una revuelta del trabajo cognitivo. Pero su manera de extrínsecarse, de manifestarse, de desarrollarse en la vida cotidiana es la reactivación del cuerpo colectivo, el general intellect que esta buscando su cuerpo. Este es el sentido de la palabra cognitariado.

¿Quiénes somos nosotrxs?

Es una pregunta muy amplia, porque nosotrxs somos muchxs. Parece que este es un movimiento que tiende a expandirse para comprender en su interior los sectores sociales que no pertenecen necesariamente al trabajo productivo, ni a las formas de vida autónomas como en movimientos del pasado. Hoy es sociedad en su conjunto que esta comenzando a rebelarse, porque es la sociedad entera que esta golpeada por la dictadura financiera.

“La verdad del capitalismo financiero es que ya no existe ninguna verdad, sino tan solo un intercambio de signos, tan solo una desterritorialización del significado.”¿Cómo hacer el cortocircuito con el sistema capitalista aleatorio de los valores fluctuantes?

En su sentido filosófico la palabra “verdad” significa la adecuación del enunciado a la realidad. Pero nosotros sabemos que la realidad no nos preexiste. La realidad es algo que nosotros creamos, producimos en el espacio mismo de nuestro discurso, entonces no hay verdad, porque no hay Dios, porque no hay una garantía eterna y extra-humana de la realidad. Tal vez en las dimensiones de garantía intersubjetiva universal de la palabra, del enunciado, por ejemplo, durante la modernidad capitalista había la posibilidad de relacionarse, de hacer referencia a contenido de universalidad, objetividad que se justificaba sobre una relación fija entre la actividad y su producto. Cuando el trabajo podía ser medido para regularlo de manera fija en el tiempo, cuando el valor económico se fundaba sobre una determinabilidad del tiempo de trabajo, la sociedad parecía ser fundada sobre los principios verdaderos, – no en el sentido de una eternidad de la verdad, sino en el sentido de un consenso social sobre el valor y también sobre algunos valores de la intercambiabilidad ética, cognitiva, intelectual o económica. Desde cierto momento del siglo XX la conciencia filosófica comienza a alejarse, a abandonar una confianza en la conmensurabilidad del significado. Un pensador como Werner Heisenberg, el físico teórico, pero también el filósofo, habla del principio de la indeterminación, en un sentido muy preciso que significa esencialmente la imposibilidad de determinar al mismo tiempo la condición de relación entre las partículas sub-atómicas y la posición del observador mismo. El observador cambia algo al interior del cuadro físico del análisis. El principio de la indeterminación Heisenbergiano puede ser considerado una de las mas grandes revoluciones existencias y también en un sentido morales, del nuestro siglo. Después, en el año 1972, el presidente estadounidense Richard Nixon, que no había leído Heisenberg, decide que el dólar no tiene que respetar la ley de intercambiabilidad universal, de las monedas, – lo que era una de las reglas fundamentales del orden económico mundial de la post-guerra, después de la II. Guerra Mundial. La decisión de desvincular el valor de la moneda americana del sistema de intercambiabilidad universal marcó el inicio del proceso de desregularización de todas las entidades sociales.

La moneda, el dinero, es un signo que en la época burguesa moderna podía referirse a una dimensión real de la economía. Las finanzas tenían un vinculo de referencia, de referencialidad con la economía real, con la economía entendida en su sentido de la producción física de cosas materiales. Desde la ruptura desregulativa de Nixon, empieza un proceso de desregularización universalizada que será después teorizada y sistematizada por los pensadores neoliberales, y más tarde por Ronald Reagan y Margaret Thatcher, en la política de muchos países, hasta en todo el mundo, en los años 80 y 90. Pero yo creo que este proceso que podríamos llamar de indeterminación de las entidades semióticas, no pertenece solo al dominio del dinero y de la economía. Pertenece también al dominio del lenguaje. Podemos decir que la historia de la literatura y del arte del siglo XX, es un proceso de desregularización del signo, el abandono de la función referencial del signo desde cuando Arthur Rimbaud habla de “dérèglement de tous les sens”, en el sentido de una desregularización entre el sentido, los sentidos humanos, y las formas de la existencia.

Desde este momento el arte deja de ser la representación, la reflexión de un referente, de algo que existe en el mundo, y empieza ser la creación indeterminada de un mundo antológicamente no fundado. Entonces, el siglo XX puede ser leído como una progresiva desregularización de la realidad semiótica desde la realidad física, hasta el momento en el cual, al final del siglo, el trabajo industrial viene reemplazado por el trabajo cognitivo que toma una posición cada vez mas central en el proceso de producción social capitalista. Si el trabajo industrial podía ser cuantificado, conmensurado de manera fija, el trabajo cognitivo es un trabajo indeterminable desde el punto de vista del tiempo, desde el punto de vista de la producción del valor. Así que creo que hemos entrado en la época de la indeterminación y que tenemos que plantear el tema de la revuelta y de la autonomía, el proyecto del futuro no sobre el principio de la verdad objetiva, sino más bien sobre un principio de la autodeterminación comunitaria, singular. No hay un principio y no puede haber un principio moral o político universal, regulador de todas las relaciones. Hay principios vinculados a la existencia de una singularidad que puede ser una singularidad comunitaria, que puede ser una singularidad muy amplia, hasta la humanidad, pero concebida, no como un reflejo de una verdad fija y determinante, sino más bien como un proceso de autoproducción de valores relativos, nunca determinados, nunca absolutos, nunca dogmáticos. En este sentido, yo hablo de una autonomía escéptica, del escepticismo como un punto del inicio de una nueva fundación ética post-universalista de la política y de la vida social.

¿Cómo entiendes la situación actual de crisis de la democracia y de qué manera podemos rearticular el discurso desde los movimientos sociales para reinventarla?

La democracia. ¿Qué significa la democracia? En la historia de la política moderna significa muchas cosas, pero desde siempre ha sido abusada infinitamente en la ideología neoliberal de manera totalmente instrumental. Pero si vamos al corazón de la cuestión, yo diría que la democracia implica al menos dos condiciones. La primera es la formación libre de la opinión. Es decir, que no hay democracia, si la gente, si los ciudadanos no tienen la posibilidad de formar su pensamiento de manera autónoma, de manera independiente. La segunda condición es la eficacia de la elección común, de la elección compartida. La posibilidad de decir esto no, esto sí, en la forma que puede ser mayoritaria, de una unanimidad, no lo se, pero una relación de eficacia entre la elección democrática y la actuación. Estas dos condiciones están completamente canceladas en el momento presente.

La primera, la formación libre e independiente del pensamiento individual y colectivo, ha sido cancelada por los procesos del dominio mediático a partir de la difusión de la publicidad, a partir del dominio corporativo sobre los medios masivos, la televisión, y podemos decir que la mayoría de la población no tiene la posibilidad de producir su pensamiento de manera auténtica y democrática simplemente porque la colonización de la dimensión mental ha devenido una de las esferas industriales más importantes del dominio de la media-esfera, ha devenido un factor de la producción del pensamiento mismo. Así una condición de la democracia desapareció.

La segunda dimensión de la democracia es la posibilidad de decidir de manera consciente y libre. Hay una alternativa, una otra alternativa, la mayoría del pueblo decide: eso sí, eso no. Vemos muy bien que esta manera de decidir de manera eficaz desapareció totalmente en la época neoliberal y específicamente en la época del capitalismo financiero. Hasta la persona más poderosa del mundo, el presidente de Estados Unidos, ha hecho programas que yo creo sean en buena confianza, creo que Barack Obama no es malo, es una persona que verdaderamente cree y desea realizar algo, por ejemplo, un control sobre las entidades financieras, una distribución de los recursos mas democrática, no lo se, puede ser que en su mente hay verdaderamente un proyecto democrático, pero la realidad fue que nada de lo que prometió, diciendo Yes we can, se ha realizado. Entonces, tengo casi la impresión que la formula Yes we can era un exorcismo, era el signo de una conciencia inconsciente del hecho que la democracia desapareció en el momento en el cual los automatismos técnolingüísticos, los automatismos psicolingüísticos, los automatismos financieros se superpusieron a la actividad consciente de la humanidad. Lo mismo vemos en Europa hoy cuando la situación se hace difícil a nivel económico, el poder financiero decide de destrozar completamente la posibilidad misma de una decisión democrática, lo que pasó en Grecia hace un mes cuando Papandréu propuso con muchísimo retraso, un año y medio después de haber empezado una política de destrucción de la sociedad griega, -en un cierto momento Papandréu tuvo la idea de lanzar el referéndum sobre la actuación política que cambia la vida del pueblo griego, pero ¿qué paso después? Todos lo líderes europeos y los periódicos dijeron que es un criminal, que lo que esta haciendo es terrible, que esto es imposible. ¿Por qué es imposible? Porque el capitalismo y democracia no pueden convivir. Han convivido en otras épocas, no siempre han convivido, seguramente hoy no pueden convivir. Si hay un permanecer del sistema capitalista tenemos que renunciar definitivamente a la utopía, a la idea, a la ilusión de la democracia.

La segunda parte de tu pregunta se refiere a una cuestión que va detrás del problema de democracia si, democracia no y que intenta plantear el problema del cambio democrático, voluntario y consciente a un nivel que no puede permanecer al interior de los límites de la democracia formal, de la democracia neoliberal, pero que tiene que pasar estos limites. Pero como podemos pasar los limites de la forma existente del poder? En el pasado de la modernidad, el proceso de superación del existente se llamaba revolución. La palabra revolución tiene una historia muy noble, muy fuerte en la historia moderna. Pero a que se refiere la revolución?La revolución es un concepto que no puede separarse de la idea de un gobierno consciente, racional, voluntario de una parte de la sociedad sobre el proceso económico, histórico y social. La idea de un gobierno consciente y voluntario, y la idea de la instauración de una totalidad nueva, es inseparable desde el concepto mismo de la revolución. Todo esto desapareció del territorio de las posibilidades contemporáneas. No hay hoy la posibilidad de un gobierno consciente exterior a la sociedad que se imponga a la sociedad misma. No hay la posibilidad de pensar en términos de la totalidad, la totalidad es una dimensión impensable en la sociedad hipercompleja de hoy. Entonces yo creo que el concepto que mejor va a expresar un momento que vivimos y vamos a vivir en el futuro es un concepto de des-imbricación, disentanglement, emancipación. La palabra emancipación, que ha sido utilizada en el pasado de manera casual, tiene un significado etimológico muy profundo. Mancipium para los latinos es la cadena que cierra las manos y emancipar significa liberar las manos desde esta cadena. Así que la idea es que lo que tenemos que realizar no es una idea transcendente, sino que ya existe, es lo inmanente de la vida cotidiana y de la inteligencia colectiva. Nosotros, nuestra vida, ya tiene en su interior la posibilidad de un desarrollo que es un desarrollo de la liberación de la vida del capital. Tenemos que desimbricar, destrincar las potencialidades existentes de un paradigma social y epistémico, y también psíquico.

¿Cómo pensar el poder y la resistencia en la esfera recombinante? ¿Cuál es el potencial de las tácticas de la acción política, más en concreto, de los movimientos sociales que surgieron en el último año?

La palabra recombinante es una palabra vinculada a la forma actual del trabajo precario cognitivo en la red. La palabra recombinante me parece que ha sido utilizada por Baudrillard, pero seguramente por Arthur Crocker en su libro “Data Trash” (1993), en el que Crocker analiza lo que el llama la clase virtual de los trabajadores que actúan en el interior del sistema virtual, que en los años 90 se estaba formando y que al mismo tiempo son virtuales ellos mismos; existen y no existen porque los trabajadores virtuales no son realmente individuos, son más bien conjuntos de fragmentos, fractales del tiempo. Así que el concepto de recombinación se refiere a un poner juntos, empaquetar, recombinar justamente, los fragmentos del tiempo que no es un tiempo cualquiera sino un tiempo compatible, un tiempo fractal, el tiempo de una actividad, la actividad cognitiva en la red que ya ha sido formada para ser compatible. Para entrar en la red, tenemos que reconocer que funcionar intelectualmente y perceptualmente de una manera compatible con la red misma tenemos que dar protocolos que son protocolos de la tecnología, similarmente en la relación productiva entre seres humanos en el capitalismo precario, tenemos que ser compatibles psíquicamente. El proceso de la compatibilización es la premisa de la recombinación. La recombinación es un hecho maquinico de operatividad conjunta de cerebros formateados según un principio de compatibilidad productiva. Así que el concepto de la recombinación es en cierto sentido lo contrario que el concepto de la recomposición. La recombinación pertenece a la esfera de la compatibilidad del trabajo fragmentado y recombinable. La recomposición pertenece a la esfera de la vida cotidiana, de la existencia, de la autonomía, de la sociabilidad que se recompone detrás de su reducción funcional, operativa a la dimensión recombinante.

En resumen, podemos decir que el poder en esta conceptualización recombinante, el poder se identifica con el carácter compatible funcional de la maquina lingüística que es la red, entendida no solo como red, como el espacio de la comunicación, sino entendido como un espacio de trabajo recombinante y como mercado. Esto es la función del poder de la red. Pero sabemos que la red es también un lugar virtual en el cual se desarrolla un proceso de recomposición. Entonces, la relación entre poder y resistencia, prefiero decir, entre poder y autonomía, porque me parece siempre que el concepto de resistencia pertenece a una dimensión, que es una dimensión de resistencia, de reacción y de intento de crear algo nuevo, pero la realización de algo nuevo, de algo exterior se puede definir como autonomía. Esta realción entre poder y autonomía podría ser redefinida como una relación entre recombinación, entre función recombinante del proceso productivo y recomposición de la vida social. La recomposición es el espacio autónomo vivido pulsional deseante y la recombinación es el espacio puramente funcional, operativo de la relación entre seres lingüísticos que son los productores cognitivos.

¿Qué significa la autonomía hoy y cómo podemos construir este espacio mental y social separado definitivamente del económico? Es la autonomía una posible vía de escape de la relación inmanente de poder-resistencia?

Si, porque la resistencia siempre, necesariamente, se verifica sobre el terreno de la dominación. Contra la dominación hay resistencia, es necesaria resistencia, no podemos renunciar a una dimensión de resistencia pero sí saber que cuando hablamos de resistencia se trata de una cuestión de dependencia desde el poder. Autonomía es una condición de salida desde la esfera del dominio y de creación de un espacio que no es un espacio determinado por el dominio mismo.

Hay una dialéctica entre poder y resistencia que siempre reafirma una dimensión de dependencia reciproca. Donde se pueden encontrar las sinergias que permiten la resistencia. En la autonomía. Y donde se puede encontrar una dimensión que nos libera desde la dominación capitalista? En la autonomía. Entonces, la autonomía es una dimensión de posibilidad que esta detrás del sistema de alimentación reciproca dominio y resistencia. Cuando los obreros resisten a la explotación capitalista el capital re-estructura su tecnología, reafirmando el control y la dominación. Permanecemos en el interior de una dinámica del desarrollo del capital, del desarrollo de la existencia obrera, pero la resistencia obrera permanece al interior de la dominación. La autonomía es la dimensión en la cual los seres humanos crean su espacio que puede interactuar con el espacio del dominio pero que esta al exterior del espacio del dominio.

¿Qué potencialidades y límites, problemas y desafíos encuentras en este desplazamiento del mediactivismo, de la producción alternativa de plataformas contrainformativas, guerilla de la comunicación, Telestreets, a la experimentación con las redes sociales privadas?

Te refieres a las experiencias mediactivistas muy diferentes en el tiempo y para responder a tu pregunta voy a reflexionar brevemente sobre las pasadas experiencias del mediactvismo. Las radios libres en los años 70, por ejemplo, fueron un verdadero territorio de autonomía comunicacional. La creación de lugares de medios que eran también lugares de vida y de expresión que se planteaban al exterior del dominio mediático. Pero si bien se planteaban al exterior utilizaban una posibilidad que era por ejemplo la disponibilidad de tecnología del acceso a ciertas tecnologías, al conocimiento técnico que iba difundiendose en los años 70 entre jóvenes, estudiantes y trabajadores. Entonces, la radio libre es una forma de autonomización de una competencia que existía al interior de la realidad productiva, de la realidad cultural difundida, muy diferente es la experiencia de las Telestreets. La radio interpretaba una experiencia real del mediascape, del media-esfera, porque interpretaba el proceso de liberalización de media-esfera. Porque la palabra liberalización implica y esconde también el proceso de la privatización lo que paso en Italia. La radio libre abre el territorio liberalizado de la comunicación, rompe el monopolio actual sobre la comunicación, pero al mismo tiempo abre una brecha en la cual Berlusconi, Mediaset y el poder financiero mafioso puede crear un imperio mediático que como sabemos tuvo un papel fundamental en la creación de un sistema autoritario, neoliberal en Italia. Así que la experiencia de las radios libres que se sitúa al interior del proceso de la transformación tecnológica y cultural de la media-esfera y al mismo tiempo se emplaza en un lugar ambiguo que puede direccionarse hacia una liberación efectiva pero que puede caer en una dimensión, como pasó, del totalitarismo mediático.

Las Telestreets son una experiencia mucho mas débil a nivel de reproducibilidad de la experiencia y por qué? Por razones tecnológicas es mucho mas difícil hacer una televisión a nivel económico y organizacional que hacer una radio. Pero el verdadero problema es que si la radio se situaba en el proceso de desarrollo cultural y técnico de la media-esfera, Telestreets es un intento de parar el tiempo, de crear una TV de barrio, de calle, muy local, muy territorializada, al contrario de la tendencia que se iba desarrollando en los años 2000.

Yo diría que Telestreets es mucho más un experimento simbólico, de contraposición al poder global de los medios y especialmente al poder de Berlusconi y de la televisión comercial privada, es mucho más un intento de contraposición simbólica que la construcción de una verdadera tendencia al interior de media-esfera. Y que pasó?Las Telestrees tenían un periodo de gran vivacidad y multiplicación entre junio de 2002 hasta diciembre de 2002, y las 80 Telestreets nacen en el territorio italiano como un momento de videoactivismo y sobre todo como experiencia de oposición política y simbólica al dominio mediático. Pero en los años sucesivos la experiencia de las Telestreets se deshace muy rápidamente hasta 2004. Y qué pasa en 2004?Es fácil de entender, el nacimiento de Youtube, es decir, la posibilidad de difusión de la comunicación en video a través de la red global crea un ambiente totalmente diferente para un videoactivista cualquiera. Un joven videoactivista en 2002 no tiene un lugar donde difundir su producto entonces utiliza Telestreets como una posibilidad de comunicar con las personas que viven en su barrio. En 2005 puede poner su producto video en la red global y comunicar de manera mas anónima más territorial pero más amplia entonces la experiencia de Telestreets se acaba, desaparece.

¿Cúal es la situación presente en el nuevo siglo de la esfera de web 2.0? ¿Qué es 2.0?Es la red acelerada, es la acceleración, la intensificación de la circulación digital, lo que significa la posibilidad de utilizar la imagen en movimiento, lo que era imposible en la web de los años 90, y también de utilizar medidas de complexificación del intercambio al interior de una comunidad especifica, el fenómeno Facebook, el fenómeno de las redes sociales en general. Tenemos que ser muy conscientes del hecho que Facebook representa un fenómeno de la privatización de lo que Internet había liberalizado. La dialéctica liberalización-privatización siempre se presenta en dominio de los medios. Ante hay un proceso de ruptura del monopolio por parte de las radios libres, y luego la liberalización. Después, en la brecha abierta por las radios libres hay la televisión de Berlusconi en los años 90, hay un efecto de liberalización con la creación de world wide web, en los años 2000. Este territorio liberalizado empieza ser privatizado por grupos financieros técnicos publicitarios que se organizan al interior, a través de las redes sociales. Pero sabemos muy bien que Facebook que tiene un efecto de privatización, de homologación de la producción creativa, – hay niños que abren el ordenador y creen entrar en Internet, pero no entran en Internet, entran en el Facebook, y Facebook no es Internet, es una homologación de la creatividad infinita que Internet ofrece. Los colores de Internet son muchos, el color de Facebook es uno solo. También las modalidades de la interactuación, de intercambio en Facebook son predeterminadas, pre-constituidas.

¿Qué comentarías sobre el uso de redes sociales como Facebook o microblogging como Twitter en relación a los movimientos de protesta?

Al mismo tiempo sabemos muy bien que el movimiento ha utilizado y sigue utilizando de manera muy eficaz, tal vez las redes sociales como Facebook o como Twitter, o como muchas otras, por qué?¿Qué significa esto? Significa un a cosa muy simple, eso es, que siempre el movimiento, la autonomía cultural y política, ha atravesado las formas de la vida cotidiana. Cuando en un tiempo muy lejano produjimos los flyers y fanzines, formas de comunicación imprimidas muy básicas, donde los distribuimos? En la ciudad, en la vida cotidiana donde la gente se reúne, en el supermercado, en frente de una fabrica, en frente de una estación del metro. Entonces, tenemos que ir a los lugares donde la comunicación social se desarrolla porque intervenimos en estos lugares haciendo referencia a espacios autónomos de organización y de comunicación, y lo mismo estamos haciendo en Twitter y Facebook. No hay la ilusión que Facebook podría devenir un lugar autónomo. Es un lugar propietario pero tenemos que pasar al interior de este lugar homologado y propietario, no solo para difundir las palabras e imágenes que pueden producir efectos de conciencia, sino también para entrelazar una relación con los lugares, que en Internet como en la vida real urbana, son los lugares autónomos. A través de la vida cotidiana, a través de la comunicación homologada y propietaria, para crear lugares que están al exterior de esta dimensión.

¿Cómo la patología prevaleciente de carácter psicótico-pánico esta relacionada con la capacidad de la intervención crítica? ¿Qué significa la pregunta por la felicidad como desafío político?

Yo creo que en la época de la aceleración digital de la comunicación, la patología principal es una incapacidad de la sensibilidad, de la dimensión sensible al elaborar la info-esfera. La dimensión de circulación de los estímulos emocionales que se hacen estímulos físicos y psíquicos. Es decir, que el organismo sensible, consciente y sensible, que llamamos a ser humano, es un organismo que se encuentra cada vez mas expuesto a flujo rápido y acelerante de estimulación, que es una estimulación competitiva,  una estimulación ansiogena, porque esta vinculada al problema de la supervivencia económica, para el trabajador cognitivo. Entonces la aceleración de la info-esfera ha producido un efecto de incapacidad de la subjetividad, de la sensibilidad subjetiva a elaborar un proceso de circulación  cada vez mas rápida y cada vez mas panicante. Que es el pánico? El pánico es la reacción de un organismo sensible en una dimensión en la cual la info-esfera produce efectos de estimulación que no pueden ser elaborados de manera sensible y consciente. Cuando el organismo se encuentra en una dimensión en la cual los estímulos se hacen demasiado rápidos, la interpretación y la elaboración afectiva se hace imposible, y la reacción del organismo es una reacción como del parálisis de la respiración misma. Uno de las evoluciones posibles del pánico es la depresión. La depresión es la decisión del organismo sensible de cortar la relación deseante con el mundo exterior porque el mundo exterior se ha hecho demasiado cansante, demasiado rápido, demasiado panicante. Este es el ciclo psico-patológico de nuestro tiempo, que es un ciclo muy diferente del ciclo patológico freudiano, de la época freudiana. Freud habla de un malestar de la civilización como represión. Hoy no vivimos en una condición de la represión del psiquismo. Vivimos en una dimensión de hiperestimulación, de hiperexpresión, just do it. El gozar como imperativo social, publicitario. Pero no somos capaces de gozar porque hay un orden de la publicidad. El gozar y el vivir sensiblemente es una dimensión que tienen que ser autónomas, entonces la cura del sufrimiento contemporáneo, del sufrimiento producido por la hiperexpresión, es la creación de lugares en los cuales no hay una obligación a la felicidad. Pero la felicidad es una de las posibilidades que nos encontramos en la vida, eso es la autonomía.

¿Cuál es la función del arte en la lucha política?¿Qué formas simbólicas tienen hoy la capacidad de orientar en sentido emancipatorio el imaginario social? ¿Cómo podemos retomar hoy el trabajo político sobre el imaginario, inventar nuevos formatos, nuevos lenguajes de recombinación de lo visual? ¿Puedes sugerir algunas líneas de exploración posibles en le futuro?

No creo que se puede hacer un discurso normativo sobre la actuación artística. Los artistas hacen lo que prefieren y en las formas que prefieren y no obedecen a ningun imperativo, ni moral, ni político, ni social. Pero lo que podemos hacer es interpretar la relación entre la creatividad artística y las pulsiones y el deseo que pertenecen a los artistas como a toda humanidad. Por ejemplo, si intentamos ver lo que el arte ha sido en los años 2000, en la primera década de este siglo, vemos muy bien que el arte ha sido sobre todo, o así me parece, una diagnosis del sufrimiento, del sufrimiento psíquico, que esta vinculado con el aislamiento, con la dificultad de una relación erótica entre seres humanos, entre cuerpos, la relación erótica entre el cuerpo y la ciudad, su dimensión urbana, social. Este sentimiento de una incomunicabilidad que pertenece a la esfera misma de la forma de comunicación.

Pienso en autores y obras especificas que me parecen las mas significativas de la década pasada. Pienso en autores Eija-Liisa Athila, la artista finlandesa que siempre muestra cuerpos que no logran tocarse, que no logran pertenecer al mismo espacio, a la misma condición de empatía, de la respiración común. Pienso en las obras de un director como Gus Van Sant, en su película “Elephant” o “Paranoid Park”. Lo que me parece es que estas películas muestran la situación de la soledad patológica de la primera generación que ha aprendido más palabras de la maquina que de su madre. Pienso en autores de novelas como Jonathan Safran Foer, o como Jonathan Franzen, el autor de “Corrections”, una novela en la que el sufrimiento de los jóvenes y el sufrimiento de los viejos, como por ejemplo el Alzheimer, la metáfora de una condición de perdida, no solo de la memoria, sino de la posibilidad de comunicarse entre los seres humanos. Asimismo, pienso también en Kim Ki- duk, a Miranda July, la autora de la película “Me and you and everyone we know”, que es una película sobre la imposibilidad del tocamiento. La desertificación de la sensibilidad.

Lo que pasó en el arte de los años 2000, en mi opinión, es sobre todo una percepción de una caída de la sensibilidad, de la empatía. ¿Que es la sensibilidad? La sensibilidad es la posibilidad de entender lo que no se puede decir a través de las palabras. Es la capacidad de percibir, de entender el cuerpo del otro. La dimensión pulsional erótica de la presencia del otro. Esto se ha hecho muy raro, muy difícil, y el arte lo ha interpretado diagnósticamente. Así que yo pienso que desde la diagnosis, ahora tenemos que pasar a la terapia. No tenemos que pasar, es una forma imperativa, vamos a pasar, porque esto es un proceso que me parece casi natural en la actuación de los artistas. Ahora los artistas participan en el proceso del movimiento pero ¿qué es este movimiento?

La primera caracterización de este movimiento es una reconstrucción de la dimensión erótica de lo social. Erótica significa el placer de la presencia del otro, el placer de una comunicación que no sea solo virtual, esto es la ocupación. La ocupación es un acto simbólico pero al mismo tiempo es un acto de re-erotización del espacio, de un espacio compartido. Creo que el arte esta intentando de encontrar una posibilidad de re-erotización del lenguaje, de la comunicación, de la vida urbana, de la actividad colectiva. Lo que veo en el arte de hoy, de estos años, como la magnifico película de Polanski, “Carnage”, o la última película de Nanni Moretti, “Habemus Papam”, son las películas que hablan de la desesperación de los seres humanos de hoy frente a una condición en la que no hay una imaginación del futuro, no hay una posibilidad de un conocimiento eficaz, de un conocimiento productivo socialmente y afectivamente. Entonces, estamos al borde del descubrimiento de una dimensión nueva del arte, que es una dimensión mucho más performativa, que es la dimensión de transformación del movimiento en un acto de afectividad generalizada, en un acto de calefacción de la dimensión fría de la ciudad contemporánea, en un acto de la erotización de una comunicación que ha sido des-erotizada por la virtualización y por la precarización. Esto es, no digo el papel del arte, porque el arte no tiene un papel, tiene un deseo. Creo que es el deseo de los artistas, no del arte, el deseo de los artistas de re-descubrir la dimensión del tocamiento. Tocarse. Tocar el cuerpo del otro ha devenido algo difícil, casi doloroso, y el arte esta buscando una posibilidad de reinventar el tocamiento, una dimensión que ha alejado, separado los cuerpos hablantes, y que ha separado el cuerpo de la palabra sobre todo.